23.11.11

Mientras duermes....

 
Derramamos caricias, derramé mis manos por tus cabellos, derramé sudor, derramaste tu saliva sobre la almohada...
... y la noche murió para ti en el momento en que agarraste el filo de las sábanas con tanta fuerza que la piel de la Tierra se quebró en los pedazos de tiempo que nos restaban y ahora te miro...
Y me quedo sin nada que respirar cuando el aire huye de la habitación...
Tu pecho sube y baja despacio, al son de tu tranquila respiración.
Así dormida, pareces tan frágil, tan pequeña, como un recién nacido.
Tan loca, tan increíble, tan grande, tan pura.
Tan maravillosa.
Y pensar que sin ti, sin tu respiración esta noche en esta habitación no habría nada mas que frió.
Ya no me acuerdo ni de que momento ni como has venido a parar aquí...


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