8.6.10

Pequeños detalles imprescindibles ...


Una sonrisa. Una mirada oportuna. El llanto por un amor inolvidable. Una lágrima que salta al suelo de alegría. Observar el cielo y sus colores, con matices sublimes. Las estrellas, tanto de cerca como de lejos. Salir cuando llueve. Ver como los árboles, tras la lluvia, están empapados de gotas formadas con perfecta matemática. Reír sin saber por qué. Recibir noticias de un antiguo amigo. Gritar. Una fiesta sorpresa. Tumbarse en el césped, en un día soleado. Respirar aire puro. Sentir la arena de playa en tus pies desnudos. Bañarse sin ropa en el mar. Una foto. Una palabra especial. Que alguien te diga que le importas. Una canción. El descubrimiento. Encontrar un tesoro de tu infancia al cabo de los años. Coleccionar recuerdos. Aprender. Escuchar. Cerrar los ojos y montarte una película donde tú eres el protagonista. Salir con los amigos. Compartir. Conocer a alguien y ver que tenéis muchas cosas en común. Escribir y ver que a la gente le gusta. Ayudar a una persona que nunca esperaba tu intervención. La mirada de un niño travieso. El brillo de los ojos de una persona que se siente viva. Soñar despierto. La soledad de la elección. Una sonrisa recién levantada. Dormir hasta la hora que quieras. Que alguien cocine tu plato favorito sólo para ti. Beber algo frío cuando estás muerto de calor. Pasear por un jardín y sentir el olor a flores recién cortadas. Una caricia. Un abrazo. Encender una hoguera con tus amigos en la playa. Bailar con los ojos cerrados. La luna llena. Leer las palabras que necesitabas oír. Encontrar a una persona que te haga sentir viva. El silencio. Meter los pies en agua caliente cuando están helados. La esperanza. El recuerdo. La canción que te dedicaron. Un concierto con tus amigos. Extender los brazos bajo la nieve. El primer beso. Las vacaciones. El sonido de una lágrima al caer. El descanso. La ilusión. Ver como tus sueños se realizan.  La sabiduría. La improvisación. El chocolate. La felicitación por un trabajo bien hecho. Subir el camino que te lleva a la cima sin penderte detalle de lo que ves en tu viaje. Un cuento. Sentir la lluvia sobre tu cara. El reencuentro con tus antiguos compañeros. Enseñar. Una conversación interesante. El juguete preferido de tu infancia. Un animal. Un bebé. El entusiasmo de un niño. Las ganas de vivir. Tu libro favorito. Una poesía. Las olas. El viento acariciando tu pelo. La convivencia. La solidaridad. Un gesto de cariño. Un abrazo. Un cuadro que te hace recordar. Sentir el sol. Una manta en las noches invernales. Las flores. Un regalo. Sentirte querido. Tener gente cerca. El apoyo de un amigo en un mal momento. Tener un buen día. La inspiración. Sentirte libre. Expresar lo que sientes y encontrar las palabras adecuadas. El tiempo previo antes de iniciar una relación con alguien. Que esa persona especial se acerque a ti. Una sonrisa de la persona que te gusta. Conocer a alguien en un lugar inesperado. El consejo. Ganar un premio. Encontrarte con alguien en el extranjero. La paz interior. Un baño de espuma. El agua caliente de la ducha de las mañanas de invierno, y el agua fría en verano. Alegrarte por alguien.
La felicidad de las personas. Las personas.
La vida.